Manual del escritor. Lección XXII: Entrevistas

Estimado escritor: En esta lección trataremos uno de los mayores dilemas a los que se tiene que enfrentar, como parte de todo ese proceso de hacer una obra literaria. Sí, hablamos de las entrevistas. ¿Sabe qué responder? ¿Sabe qué actitud debe tomar? ¿Se ha olvidado de usar el término ‘inspiración’ cuando le hablan de algún medio de comunicación? No se preocupe, en este apartado le propondremos algunos puntos y ejercicios para que ante los ojos de los periodistas usted se convierta en la que debería ser: un escritor.

1. Escribir es una necesidad para el escritor, como ir al baño y lavarse las manos luego de hacer del dos. Debe grabárselo bien en la cabeza: si escribe es porque lo necesita hacer, porque no tiene opción, porque hay alguien que le ha puesto un revólver en la sien. Podría ser Dios, pero mejor no hable de Él, es “cool” aparecer como ateo o renegar desde la lógica sobre una divinidad.
2. Precise que su deseo siempre ha sido bofetear al lector. Sí, quédese con la idea entre las manos: el lector merece ser castigado por leer lo que usted ha escrito. Recuerde que le ha costado mucho deshacerse de lo que tenía en la cabeza y otro debería reconocer y vivir ese sufrimiento.
3. Hable de Bukowski. Siempre se verá bien usarlo a él como comodín.
4. Échele la culpa de cualquier error de su libro a los editores. Ellos la aceptarán sin chistar.
5. Hable de las cosas que le han dicho los amigos sobre su libro. Lo que otros opinan de manera favorable siempre ayuda.
6. Responda colocando su mentón sobre su mano derecha y mire directamente a los ojos de quien lo entreviste.
7. No hable sobre trascendencia o algo parecido. En este tiempo ninguna obra vale por eso, sino por la gracia que genere en ciertas oraciones o por las reseñas que salgan de ella. Por esa razón huya de esas pretensiones. No necesitamos un William Styron.
8. Diga algo polémico: hable mal de algún colega y haga comparaciones con usted y su forma de escribir.
9. Hable bien de alguien, mejor si está muerto.
10. La literatura debe ser algo cerebral; sin embargo le recomendamos que hable sobre el corazón en algún momento de la conversación. De esta manera evidenciará un equilibrio que será atractivo para muchos.