El horror… el horror

imagen tomada de ositoabstruso.blogsome.com

“A Serbian Film” es una película que tiene una fama que la sobrepasa. Es dura, durísima. Es de ese terror que no quiere asustar sino incomodar. “A Serbian Film” es sobre el horror intrínseco del ser humano, de eso que está ahí y no tiene explicación y que nos convierte en bestias salvajes, en seres dopados capaces de sacar lo peor de todos los universos y destrozar al que está al lado. “A Serbian Film” es un escupitajo y lo único que tenemos como espectadores es la posibilidad de limpiarnos y ya.

La película de Srđan Spasojević no quiere alegar nada, no tiene necesidad de hacerlo porque en el fondo las razones y argumentos no interesan. Detrás de toda idea siempre hay un instinto asesino que puede hacer daño y por eso es que este filme lo único que hace es mostrarnos la suciedad y el dolor que los serbios han debido sortear para tener una existencia reciente (una vez que Yugoslavia se despedazó y los nacionalismos ganaron en medio de tanta sangre y locura). No hay concepto o posición posible que pueda justificar o excusar esa tragedia gigante que la película muestra en otro contexto. Por eso, cuando el personaje principal, Milos, es abordado para un nuevo proyecto en el mundo de la pornografía y lo acepta por el dinero que conseguirá, escucha que será una experiencia enteramente serbia. Lo es. El sinónimo de un país no es algo que tenga que ver con lo hermoso y claro.

Desde el arranque, todo en “A Serbian Film” está trastornado. Ni siquiera el rostro del pequeño Petar, hijo de Milos, consigue reflejarnos alguna inocencia. No hay futuro y de entrada la película se cierra en sí misma y nos pone en un estado de ánimo que va ‘in crescendo’. El caos se construye, hasta un punto de total incertidumbre en el que todo el mundo, espectadores y personajes, sufrimos. La síntesis es clara: un mundo sórdido, como puede entenderse a nivel narrativo el espacio de la pornografía, no es el único sitio para el desgarramiento. En este punto vale aclararlo, pues los ingredientes para el escándalo son muchos. Los voy a citar a manera de ejemplo: En esta película hay escenas de violencia sexual que involucran a niños (hasta, en una aberración que cuesta mucho ver, con un recién nacido) y son realmente perturbadoras. No nos golpea lo que muestra (porque realmente se ve poco), pero al saber lo que estamos viendo, lo que nos queda es sufrir porque ya no hay nada más. De este universo de horror no hay nada que pueda ser respetado o salir sin faltas.

imagen tomada de cdn.revistagq.com

Milos entra a esta película desconociendo su argumento y simplemente reaccionando a lo que ve y a lo que su realizador, Vukmir, le dicta hacer por un pequeño audífono. Milos no lo soporta, hay algo que no está bien. Hay una niña que observa las escenas, lo obligan a hacer cosas, está al borde de salir de ese proyecto cuando despierta en su casa, días después, golpeado y si memoria. Milos debe recuperar sus pasos y entender qué pasó en ese ‘blackout’. Lo que Spasojević consigue en los últimos 20 minutos de la película es quitarnos la respiración y echarnos encima el dolor que debe estar ahí, presente. Que la película se llame “A Serbian Film” nos dice por dónde mirar: nada importa, ni el amor, ni la relación filial, ni la familia, ni la vida, ni la muerte. Solo el exceso es el instrumento, y al servicio de algo que ni siquiera podemos ver.

“A Serbian Film” ha sido exhibida en varios países. En Reino Unido, por ejemplo se permitió su exhibición limitada con la edición de 4 minutos de metraje. Pero sin duda, lo que sucedió en el último Festival de Sitges es lo que más llama la atención, porque (como suele ser la medida en sus proyecciones) se suele advertir al auditorio de lo que van a ver, pero esta vez eso no fue suficiente. Ángel Sala, director del festival, ha sido imputado por el delito de pornografía infantil y hace unos meses presentó evidencias del ‘making of’ de la película para demostrar que todo lo que se vio fue ficción y que no se usaron niños, sino maniquíes o muñecos. Si es encontrado culpable, Sala podría ser condenado a reclusión de tres meses a un año, o al pago de una fuerte multa. Desde luego, una serie de intelectuales y cineastas han salido en la defensa del director y la lucha ya se convierte en algo más allá del mismo objeto.

imagen tomada de kane3.es

¿Por qué una película puede causar mucho? Porque el horror de lo que somos capaces de hacer es mejor dejarlo escondido. “A Serbian Film” no es precisamente valiente, y tiene pocos destellos de buen cine (quizás el recurso del ‘blackout’ sea mucho más efectivo aquí que en otras historias), pero es un filme consecuente y luego de verlo, a más del shock que causa y del que cuesta recuperarse, la certeza que me queda es que en la terrible historia de esa zona, en esa guerra racial y nacionalista, cosas peores debieron pasar y nunca nos enteraremos. El cine de horror siempre remueve, sin siquiera buscarlo.

Si la puede evitar, luego de leer esto, hágalo.

2 comentarios en “El horror… el horror

  1. No pude evitarlo. Maldita psicología inversa. Hace tiempo que una película no me dolía tanto. Aunque no me arrepiento. No sé si películas como esta son necesarias, pero vale la pena hacerlas.

  2. No caeré en decir «Hate to say I told you so…». Solo caeré en decir que también me dolió mucho. Muchísimo.

Replica a eduardovarascar Cancelar la respuesta