CLAP CLAP CLAP

A veces uno entra en la necesidad de cometer actos propios de la juventud y ser el de los sobresaltos. Y uno, como es coherente con la edad y las letras, no hace nada más que dejarse llevar por ese espíritu propio de los piojos literarios que lo agobian… No lo hablo de grande, lo hablo con 26 años a cuestas…

No le veo otra razón a la existencia del CLAP (Club de Literatos Asesinos y Pornográficos), pero es una razón suficiente, quizás la más fuerte de todas, para reunirse y hablar sobre lo que se hace en Latinoamerica y en el mundo, discernir, discutir, estar de acuerdo o no, argumentar disparates o simplemente acabar con cierta forma de literatura que agarra espacio y que quizás no deba estar. El clásico parricidio, pero es un parricidio al aire, porque no se trata de destazar a nadie, sino de abrir el espacio… Jóvenes interesados en libros que hablan sobre libros… o como se supone que aclara el «Manfiesto»:

>>FUNDAMOS EL CLUB DE LITERATOS ASESINOS Y PORNOGRÁFICOS (CLAP) para barrer de la faz de la tierra a todo lo que pretenda ser literatura, pero no alcance ni para obituario en La Cuarta<< ¿Agresivo, no? No, en realidad no… es simplemente la necesidad de decir las cosas, estirando hasta el más no poder el embrujo y encanto que provocan los blogs. "Eso por ahora. Lo que es yo, dedicaré mis energías en este blog a desobedecer, sobre todo desobedecer, despotricar contra toda autoridad y toda tradición", dice en su post Gabriel Medrano. EL CLAP simplemente busca burlarse del canon y al mismo tiempo recrearlo, como un juego… No hay que temer, sólo participar… El CLAP está integrado por:

Y ustedes están coordialmente invitados a intercambiar sus criterios, a ser parte de la dinámica… a aplaudir, en definitiva. CLICK AQUÍ

En la gráfica, Santo Domingo de Guzmán cumpliendo su labor como crítico literario, quemando libros

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