Hail to the CLAP!!!!

Ya cuando las festividades por el año llegan a su encuentro, e imitando a Soda Stereo (aunque no lo hacemos por el dinero, ni es un asunto que va a durar hasta abril próximo, sino por verdadera convicción), pensamos en el ‘Club de Literatos, asesinos y pornográficos’, en CLAP, en los ‘Detectives Salvajes’, como Puta Asesina me hizo revisar en un blog que nos tenía linkeados bajo ese título…

Pensamos en los amigos que a pesar de la distancia no han dejado de serlo, que a pesar del silencio permanecen en nuestros pensamientos. Los textos que nos enviamos por mail, las obras personales, los problemas que nos han embargado y el estar ahí, conectados por medio del Messenger, para el otro, para el medio de sus dificultades y momentos de oscuridades (puedo jactarme de que mis amigos extranjeros estuvieron dándome apoyo en el momento de mi separación y divorcio… no se puede querer más a gente a la que no has visto en persona, pero que reconoces a kilómetros de distancia). Más que ser una reunión de seres recalcitrantes, éramos amigos sin la necesidad de vernos el rostro. La ‘comunicación total’, como decía Lennon, el amigo y la amiga presentes sin necesidad de poner en medio cualquier diferencia, sino pensando en aquello que nos une.

La aventura basada en la casualidad, en encontrar el blog de Luis Herrera, con un nombre tomado de un verso de Mario Santiago. Aquello que se nos transformó en forma de vida, y como vida se nutrió de caos. Luis tuvo la idea, según recuerdo, y me envió la invitación y me introdujo en ese mundo donde otros salvajes también supuraban literatura, cine y música. Insisto, fue la casualidad, no sé si Herrera entró a mi blog o yo al de él, no lo recuerdo… pero pasó. Y así surge el conocimiento de otros, de la Valentina (mi querida Puta), de Martín (mierda, loco, cómo haces para tener un blog tan genial), El gran Pablo Rumel (y esas conversaciones sobre mujeres, drogas, rock and roll y libros en cercanía virtual), el propio Luis que no tiene por qué ser explicado en este blog (y de quien tuve el honor y placer de leer muchos de sus textos: cuentos y primeras partes de novelas), el Pablo Corazón de Sandía (que cometió la locura que yo cometí alguna vez, pero él se mamó un viaje de más de 20 horas desde Santiago a Guayaquil… el único compañero de CLAP que tuve el agrado de dar la mano, un abrazo y compartir una cerveza… el único de mis claperos friends que se me llevó un libro… ¡Un honor! – y lo digo en serio, los libros hay que sustraérselos a los amigos-)… Diego Zúñiga, Gabriel Medrano, y otros…

la única foto de Martín que pude conseguir

Y hay más, y no es menosprecio no nombrarlos, sino un acto de justicia personal, que para mí eso es Clap. Pero no me puedo olvidar tampoco de quienes comentaban y se convirtieron en piezas fundamentales de esto: Tontograve, quizás el comentarista con mejor análisis y sentido del humor que he leído; mi archienemigo, el Cabro Gamarra (como diría la señorita ecuatoriana Buchanans: ¡Ay, mi Cabro!- yo le hubiera agregado la ‘n’ al final), y su sentido literario que sirve tanto para idolatrar como para burlarse y eso no lo consiguen muchos. Y ‘last, but not least’’, mi querida Manuela, quien desde España no sólo se transformó en lectora de CLAP y de lo que hago en este blog, sino en amiga, en una inseparable persona pegada a su gmail (así como yo) lista para escribirme y leerme (así como yo estoy presto a hacer lo mismo por sus letras)… ¡Manuela, quizás eres aquello que más gratificación me da de la experiencia en CLAP)…

Valentina y Corazón de Sandía, en plena juerga

Y claro, hubo peleas, no sabíamos dónde ir ni qué hacer. Yo hacía bromas y hacía cosas serias. Los demás también y al final nos desgastamos de cierta manera. Algunos querían jugar a terroristas de los libros, otros queríamos joder la vida y otros queríamos ser la Suiza virtual. Y pasaron nuestros 15 minutos (nos leían mucho, en realidad) y caímos en el abandono, en la búsqueda de otras cosas y callamos. Nos veíamos el rostro de vez en cuando y era como si nada, era la gracia misma, y la preocupación natural entre personas que encuentran ciertas cosas afines…

Por cierto, Martín creo que no te llegó el mail con la respuesta sobre la entrevista con Nebbia… Dijeron que no porque ya había salido en un blog… hay mucho que hacer en ese campo, eventualmente se darán cuenta cien por ciento que estos formatos virtuales ayudarán a la comunicación.

Herrera ‘big lord’ y Rumel (espero no equivocarme)

Y hoy volvemos, quizás más adultos y más llenos de sentidos comunes, lo que nos obliga a proponernos a hacer de CLAP algo sumamente inteligente, pero no por eso sin necesidad de creativamente joder la vida. Sí, volvemos, CLAP se integra nuevamente y esta vez con secciones y otras intenciones. Es cuestión de que den vuelta este mes por el blog y lo certifiquen. Lamento perderme la fiesta por el primer año en Santiago, pero quiero que sepan, compañeros (sin caer en demagogias socialistas) que desde Quito levantaré mi copa y celebraré el retorno, mientras ustedes estén ahí, también en festejo.

Hail to the CLAP!!! Hail to the CLAP!!! Hail to the CLAP!!!